Contratar un seguro de impago de alquiler es una opción cada vez más frecuente por parte de quienes buscan rentabilizar sus bienes de un modo seguro. Si estás pensando en convertirte en arrendador, lo más probable es que analices cada detalle de la operación al milímetro. La principal ventaja de ceder el uso y disfrute de tu inmueble tiene que ver con la retribución que percibirás por ello. En la misma medida, la amenaza de impagos es algo que suele quitar el sueño a multitud de propietarios que, ya sea por desconocimiento del sector, exceso de confianza o mala fortuna terminan por verse envueltos en una situación desagradable con sus inquilinos.
Las garantías que ofrece un seguro de impago de alquiler trascienden de las meras cuestiones económicas vinculadas a las rentas. Aunque este pueda ser el capítulo que termine de inclinar la balanza hacia su contratación final, disponer de una póliza que propicie un alquiler seguro ofrece otra serie de aspectos nada desdeñables.
¿No tienes claro cómo funciona un seguro de impago de alquiler? En la práctica es una herramienta que protege tu inmueble de manera más efectiva que un aval bancario y completando aspectos que no alcanzan las pólizas de hogar tradicionales. Aquí tienes todas las claves.