Manuel de la Calva y Ramón Arcusa entonaban con nostalgia su mítico “el final, del verano…”. Pocos habrá que, en la letra de la popular canción del Dúo Dinámico, no reconozcan cierta melancolía por el paso a la nueva estación otoñal. De todos es sabido que los meses estivales son un momento perfecto para emprender cualquier tipo de viaje pero lo cierto es que, traspasado el equinoccio de otoño, es posible disfrutar de unas vacaciones espectaculares.
Viajar es un placer que no encuentra límites estacionales, más allá de los impuestos por las obligaciones propias del trabajo o los estudios. Sin embargo, incluso atendiendo a estas responsabilidades, puedes diseñar un viaje atractivo que te reporte las mismas satisfacciones que las vacaciones veraniegas.
Las claves para conseguirlo no difieren mucho de las estancias fuera de casa que cada uno planea coincidiendo con los meses de verano y, sea cual sea el destino o experiencia elegidos, no está de más contar con un buen seguro de viaje que ofrezca, entre otras, las coberturas médicas necesarias para sacarle el máximo partido a tus días de asueto.