ONG´s, organismos internacionales y un sinfín de entidades más hacen, cada año, multitud de llamadas a la cooperación. El voluntariado es sólo una forma más de colaborar en un mundo que, nos guste o no, ofrece carencias importantes para la población de un número importante de países. La experiencia, tan impactante como reconfortante, es una opción cada vez más popular y son muchas las personas que, aprovechando los períodos de descanso estival, se deciden a hacer un voluntariado internacional. Del mismo modo, estudiantes recién graduados apuestan por conocer el país y su cultura a través de programas de voluntariado en el extranjero que trabajan para terminar con la desigualdad de género, educar en la tolerancia o mejorar las condiciones de vida de la población local.
Aunque no existe un perfil determinado para hacer un voluntariado, lo cierto es que, dadas las especiales condiciones en las que se desarrollan este tipo de programas en el extranjero, hay ciertas características o rasgos de la personalidad que pueden ayudarte a identificar si estás o no preparado para un voluntariado internacional. Al margen de ser mayor de edad (no es excluyente dado que hay incluso programas familiares), conviene ser una persona sana, solidaria, emocionalmente equilibrada y, cómo no, tolerante y versátil, entre otras cosas.
No obstante, se trata de rasgos o características personales que pueden ayudarte durante tu voluntariado internacional aunque, cualquiera con vocación de compartir su tiempo con el fin de ayudar a los demás y vivir una experiencia única es bien recibido. Eso sí, dado que muchos de estos proyectos de cooperación y voluntariado en el extranjero tienen como escenarios países en vías de desarrollo o subdesarrollados, es importante tener en cuenta ciertos consejos de seguridad a la hora de elegir o hacer el voluntariado.