Turín es una de la joyas de Piamonte, una región al norte de Italia. Esta zona del país transalpino es completamente diferente del sur, donde el carácter de las personas tiene algo más que ver con el de los suizos o los alemanes, pero donde también se respira un ambiente muy cosmopolita y de moda. Las mejores marcas del mundo se pueden encontrar en sus escaparates.
Se trata además de una de las ciudades más pioneras en cuanto a tecnología y esto se traduce en el moderno carácter de su gente. También se caracteriza por ser una ciudad con gran presencia de bicicletas y cuando uno la recorre, puede sentir una peculiar familiaridad con Francia, antes que otras ciudades como Roma o Nápoles. Dice la leyenda que el infierno reside a los pies de esta urbe. ¿Te atreves a visitarla?
La que posiblemente sea una de las reliquias más famosas del mundo puede ser encontrada en el 'Duomo' que data del siglo XV. Eso sí, para ver la original tendrías que esperar a 2025, ya que la sábana santa solo se expone cada cuarto de siglo. La última vez fue en el año 2000. Para ampliar más información sobre la Sábana Santa, puedes acudir a su museo dedicado: el 'Museo della Sidone'.
Uno de los grandes entretenimientos que se pueden encontrar en esta ciudad sin ninguna duda. Tiene uno de los museos especializados en el Antiguo Egipto más espectaculares del mundo. En el mismo edificio podrás disfrutar además de la Galleria Sabauda, con obras de pintores italianos del siglo XV al XVIII, y otras del artista flamenco Anton Van Dyck.
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La cocina piamontesa se caracteriza por la sencillez y el sabor, huyendo de la ostentosidad en el plato. Además de sus excelentes vinos (la región de Piamonte tiene 9 enotecas) destacan sus Agnolotti. Muy parecidos a los ravioli, suelen estar rellenos de una mezcla, carne de cerdo, jamón, huevos, grissini desmenuzados, otros ingredientes y con nuez moscada rallada. Suelen acompañarse con trufa y con ragú de ternera. Una opción ganadora.
No olvides brindar una visita al interior de esta maravilla arquitectónica para disfrutar de mobiliario y cuadros del siglo XVII, el siglo en que fue construido. Los jardines de esta vivienda noble fueron diseñados por André Le Nôtre , el mismo arquitecto que llevó a cabo el proyecto de Versalles.