Tener una vivienda en propiedad abre ante ti un universo de posibilidades. No se trata sólo de una solución habitacional sino que, bien gestionada, puede convertirse en una fuente de ingresos que aumente tu patrimonio o mejore tu situación económica. El mercado del alquiler es un sector al alza y es que, en muchas ciudades, se ha convertido en la opción más popular entre quienes buscan un hogar.
Ser propietario te permite observar la situación desde una cierta posición de ventaja o, lo que es lo mismo, puede servir a tus intereses en el plano económico. Sin embargo, poner un inmueble a disposición de un extraño exige cierta responsabilidad. Más allá de hacer que tu vivienda sea atractiva para los potenciales inquilinos, conlleva una labor exhaustiva de análisis de ventajas e inconvenientes. En este escenario, contratar un seguro de impago de alquiler puede hacer que la balanza se incline a tu favor y termine por convertir el arrendamiento de la casa en cuestión en un remanso de paz.
Pero ¿por qué contratar un seguro? ¿Qué riesgos corre tu propiedad una vez rubricas un contrato de arrendamiento? ¿Cómo enfrentarte a un inquilino moroso? ¿Quién asume los gastos derivados de actos vandálicos en el interior de la vivienda? Estas y otras cuestiones pueden resolverse con un buen asesoramiento y la elección de la póliza apropiada de modo que, antes de contratar tu seguro de alquiler te contamos 5 tips que te serán de gran utilidad: