Sumérgete en el desierto del Gobi
Si eres un viajero intrépido es muy posible que los desiertos te resulten un destino de lo más interesante y lo cierto es que lo son.
Algunos datos sobre el desierto de Gobi
Considerado uno de los más extensos del mundo, con 1.295.000 kilómetros cuadrados, este desierto se encuentra ubicado en el continente asiático, entre el sur de Mongolia y el norte de China. Se trata de una región de clima extremo del centro de Asia que cuenta con zonas muy diversas que van desde desiertos de arena, paisajes rocosos o una garganta de hielos perpetuos. Por el norte está flanqueado por la estepa mongola y las montañas de Altai y por el suroeste por la planicie septentrional china y la meseta tibetana.
Este desierto fue durante mucho tiempo un tramo importante de la célebre Ruta de la Seda y, es que en algunas zonas como en la estepa oriental, se pueden encontrar pequeños depósitos de sal, un bien muy preciado por los comerciantes ya que servía como conservante de alimentos.
Por lo que respecta a su climatología, si bien es cierto que los desiertos sufren un gran contraste térmico, en el caso del Gobi, además de esta oscilación térmica del día respecto a la noche se le une un contraste climático debido a que la altitud va desde los 900 y lo 2.400 metros sobre el nivel del mar, motivo por el cual, las temperaturas anuales pueden variar, según la zona, desde los 45º hasta -47º. Sin embargo, lo más curioso es que en sólo 24 horas podemos tener una oscilación térmica de 40 grados del día respecto a la noche.
¿Qué tiene el desierto de Gobi?
Lo que diferencia al Gobi de otros desiertos del mundo es su variedad paisajística y climatológica.
En la zona más oriental podemos encontrar las dunas de Khongoryn Els, en el Parque Nacional de Gurvan Saikhan. Sus altas montañas de arena móviles son las más altas del mundo con una altura de unos 100 metros y ocupan un total de 965 kilómetros cuadrados a los pies de las montañas de Altai. Para visitarlas, lo mejor es hacerlo al atardecer, de tal forma que el calor no sea tan intenso y nos permita contemplar un espectacular ocaso entre ese mar de arena, especialmente a lomos de un camello, para luego pernoctar en un campamento de gers, unas casas tradicionales de los nómadas mongoles de forma circular estructuradas en torno a una estufa central que distribuye el calor para sobrellevar las gélidas temperaturas nocturnas.
El Desierto del Gobi es una de las mejores zonas del mundo para contemplar las estrellas debido a la escasísima contaminación lumínica, contemplar un amanecer te dejará sin habla. Entre la belleza natural y la amabilidad de los pueblos nómadas de este rincón del mundo, la experiencia hará que valga la pena viajar hasta aquí.
Por último, destacaremos una zona para amantes de los dinosaurios y es que la Cuenca del Nemegt, conocida como el Valle de los Dragones, es una de las zonas con mayor concentración de fósiles del mundo. Una auténtica mina para los paleontólogos que rescatan de su suelo cientos de fósiles del periodo cretácico y que son de gran importancia para entender cómo vivieron y evolucionaron estos grandes saurios.
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