Las Siete Maravillas que todo viajero debe conocer
0. Pirámides de Egipto
Es posible recorrer a pie el interior de las pirámides y acceder a las cámaras del Rey de la Reina a través de un laberinto de intrincados pasadizos. Eso sí, la mayoría de los tesoros que se encontraron en su interior y que no fueron en su día objeto de saqueo se encuentran hoy repartidos entre distintos museos. También se merece la pena visitar la barca funeraria de Keops o barca solar, una barca reconstruida que, según se cree, sirvió para ayudar al faraón durante su viaje de la vida a la muerte a través del cielo.
Si te decides a dar un paseo en camello por la zona, asegúrate de negociar un precio antes de subir. Y si te preocupan las altas temperaturas, visitar las pirámides durante la noche puede ser una buena opción a considerar.
1. Coliseo Romano
El Coliseo contaba, además, con una gran estructura subterránea (hoy expuesta al aire libre) llamada hipogeo, donde se encontraban los gladiadores, los prisioneros y las fieras. Actualmente, es posible recorrerlo en visita guiada.
A poca distancia, también se puede visitar el Foro Romano, aunque toda la ciudad de Roma es un paraíso para el viajero: la Fontana de Trevi, el Panteón, el Vaticano o la Plaza de España son sólo algunos ejemplos. Eso sí, Roma no es sólo Historia antigua: su gastronomía es otro de sus grandes atractivos hasta el punto de que en cualquier cafetería puede pedir un plato de ‘bucatini’ con vino de la casa y no le decepcionará. No olvide de dejar hueco para rematar con un helado.
2. La Gran Muralla China
No todos los tramos de la Muralla China son accesibles: es necesario que elegir una sección para comenzar. La más visitada (y la primera que fue abierta al público) es el tramo de Badaling, situado a 80 km de Pekín y accesible en transporte público o en tren, aunque es buena idea contratar un tour guiado para la visita. Podrás llegar hasta la parte superior caminando o bien coger el teleférico. Otras populares secciones no muy lejanas a la capital son las de Mutianyu, Jinshanling o Jiankou.
Una vez en Pekín, son imperdibles las visitas a la Ciudad Perdida, residencia imperial durante las dinastías Ming y Qing, y a la plaza de Tiananmen, donde se encuentra el Museo Nacional de China, el Gran Palacio del Pueblo, el Monumento a los Héroes del Pueblo y el Mausoleo de Mao Zedong.
3. Machu Picchu
Su privilegiada situación, a casi 2.500 de altitud entre las montañas andinas, presenta una contrapartida: llegar hasta allí no es tarea sencilla. Hasta Aguas Calientes, el poblado más cercano y en el que los viajeros suelen pasar la noche previa a la visita, sólo es posible acceder a pie o en tren, ya que no existe carretera.
Asegurarse los billetes con antelación es más que recomendable, como también lo es adquirir el ticket de acceso a Machu Picchu con la máxima previsión ya que su creciente popularidad como destino turístico ha obligado al gobierno peruano a establecer restrictivos cupos de visitas para asegurar su conservación.