Evidentemente lo más importante ante cualquier viaje que realicemos en coche, es comprobar siempre el estado del mismo, llevarlo al taller para una puesta a punto nunca es una mala idea. Puede ser que hicieras la revisión hace poco, por lo que consideras que no hace falta volver a llevarlo, no obstante, hay una serie de medidas de seguridad que puedes llevar a cabo tú mismo, por ejemplo, comprar el aceite o la presión de los neumáticos.
Así como, asegurarte que los cinturones enganchan correctamente o si fuera el caso, que la silla de los niños está correctamente sujeta en el asiento trasero.
Parecen consideraciones obvias, pero en muchos casos, por una falta de tiempo no las comprobamos como es debido.