En este mes de comuniones y bodas, en plena efervescencia de la primavera, no podría faltar un homenaje y aviso para el mes de mayo.
Seguro que alguna vez te ha sorprendido una repentina bajada de temperaturas entre mayo y principios de junio cuando te dirigías a la oficina y te diste cuenta con pesadumbre que te habías dejado la chaqueta en casa, o incluso volviste a por ella.
Cuántas veces durante esta época has tenido que resguardarte en un bar o bajo un soportal ante un inesperado e intenso chaparrón. O incluso observas con pesar cómo el hombre del tiempo avisa de la entrada en la Península de una borrasca tardía cuando ya habías hecho el cambio de la ropa de invierno el pasado fin de semana.