5 cosas que visitar en Transilvania
Cómo llegar a Transilvania
Desde España, la mejor opción para llegar a Transilvania es volar hasta la capital, Bucarest, y luego alquilar un coche para acercarte a esa región.
Hay abundantes ofertas de vuelos de bajo coste y el alquiler de coches también resulta bastante económico. De todos modos, te recomendamos que revises las condiciones del contrato, así como las coberturas incluidas en el seguro.
Ten en cuenta que las carreteras rumanas no siempre están en buen estado y la conducción puede llegar a resultar un poco estresante. Además, la región de Transilvania está situada en plenos Cárpatos, por lo que abundan las carreteras de montaña con curvas pronunciadas.
Si eres un viajero frecuente, plantéate contratar un seguro de viaje trotamundos, que puede ser la mejor opción para que dispongas de cobertura sanitaria en todos tus desplazamientos.
Qué ver en Transilvania
Sin duda, de entre todos los castillos que pueblan Transilvania, el de Bran es el más célebre y visitado. Aunque esta fortaleza habría inspirado a Bram Stoker para escribir su famosa novela sobre Drácula, no hay pruebas de que el personaje real la haya habitado nunca.
Vlad Draculea, también conocido como Vlad Tepes (Vlad “el Empalador”), fue un sanguinario príncipe rumano que, en el siglo XV, se hizo conocido por empalar a sus enemigos para asegurarse el dominio de sus territorios. A partir de ahí, la imaginación de Bram Stoker incorporó la mitología de los vampiros para acrecentar lo temible del personaje.
Así, a lo largo del tiempo, estos hechos históricos se han mezclado con diversas leyendas de Transilvania, envolviendo en un halo de misterio a toda la región y, en particular, a este impresionante castillo.
1.El castillo de Bran y el mito del conde Drácula
Sin duda, de entre todos los castillos que pueblan Transilvania, el de Bran es el más célebre y visitado. Aunque esta fortaleza habría inspirado a Bram Stoker para escribir su famosa novela sobre Drácula, no hay pruebas de que el personaje real la haya habitado nunca.
Vlad Draculea, también conocido como Vlad Tepes (Vlad “el Empalador”), fue un sanguinario príncipe rumano que, en el siglo XV, se hizo conocido por empalar a sus enemigos para asegurarse el dominio de sus territorios. A partir de ahí, la imaginación de Bram Stoker incorporó la mitología de los vampiros para acrecentar lo temible del personaje.
Así, a lo largo del tiempo, estos hechos históricos se han mezclado con diversas leyendas de Transilvania, envolviendo en un halo de misterio a toda la región y, en particular, a este impresionante castillo.
2.Sighisoara: el origen del mito
Siguiendo con la leyenda del conde Drácula, la pequeña ciudad medieval de Sighisoara es otra parada imprescindible en nuestro viaje por Transilvania.
El hecho de que el temible Vlad Tepes haya nacido aquí casi pasa a un segundo plano, frente a la belleza imponente de este lugar. Así, la ciudadela fortificada de Sighisoara, con sus calles empedradas y casas de colores, merece con toda justicia su título de patrimonio de la humanidad.
3.Brasov: un oasis entre montañas
La sombra de Vlad Draculea nos acompaña también hasta esta preciosa ciudad, donde el príncipe cometió algunas de sus más sanguinarias masacres.
Pese a su pasado oscuro, esta ciudad rodeada de montañas boscosas, es un oasis de tranquilidad. La preciosa plaza Sfatului, auténtico centro de Brasov, es el lugar ideal para disfrutar de un café a media tarde. Desde este punto, puedes dirigirte a la animada calle Republicii, repleta de tiendas y restaurantes, y terminar el día admirando las vistas de la ciudad desde la célebre Torre Blanca (Turnul Alb).
4.Las casas con ojos de Sibiu
Esta ciudad, que en algún momento fue capital de Transilvania, es una visita obligada en cualquier viaje por Rumanía.
Sin duda, la mejor forma de conocer Sibiu es caminando, gracias a su cuidado centro peatonal. Sus tradicionales casas de colores, con esas pequeñas ventanas en los tejados que parecen ojos que te vigilan a cada paso, son uno de los grandes atractivos de la ciudad.
La impresionante catedral ortodoxa, la Plaza Huet o la Gran Plaza son otras paradas que deberías incluir en tu recorrido por Sibiu.
5.Alba Iulia y su ciudadela en forma de estrella
La rica historia de Alba Iulia, ciudad bimilenaria, ha marcado buena parte del destino de Transilvania y, por extensión, de la propia Rumanía.
Sin duda, el principal punto de interés de esta ciudad es su famosa ciudadela fortificada en forma de estrella. Construida en honor del rey Carlos VI en el siglo XVIII, recibió el nombre de Alba Carolina.
Los más de doce kilómetros de muralla de esta ciudadela encierran muchos puntos de interés. Así, la catedral católica de San Miguel y la impresionante biblioteca Batthyaneum son dos visitas muy recomendables en tu estancia en Alba Iulia.