Mucho ha llovido ya desde aquella mítica Expo de 1992 que, para muchos, puso en el mapa a la capital hispalense. Pero la historia de esta ciudad al sur de España, capital de Andalucía, cuna del flamenco y hogar del Guadalquivir, empieza muchos siglos antes. Tantos que sus calles y plazas destilan una esencia propia que reivindica su encanto como destino turístico.
Para unas vacaciones, una escapada o, sencillamente, para visitar algunos de los escenarios de la afamada serie Juego de Tronos, sobran los motivos para dejarse seducir por este rincón de Andalucía, uno de los más visitados junto a Córdoba o Granada. ¿No tienes claro por dónde empezar tu viaje? Te proponemos una ruta por siete lugares imprescindibles que ver en Sevilla. ¡Toma nota!
Detenerse un segundo a contemplar la belleza de la Catedral de Santa María de la Sede de Sevilla es, más que una recomendación, una obligación si estás pensando en viajar a la capital hispalense. Sus impresionante fachada e imponentes pórticos son solo la antesala de un interior sobrecogedor que, en suma, han convertido esta construcción en el mayor templo gótico del mundo.
Entre las muchas cosas que ver en la Catedral sevillana llama la atención la sepultura de Cristóbal Colón o el espectacular altar mayor e, incluso, es posible visitar sus cubiertas. Eso sí, si no quieres perderte nada, lo mejor es optar por una visita guiada aunque en función del día y la hora, puede accederse de manera gratuita.
Convertida en todo un símbolo de la ciudad, la Giralda es otro de los monumentos más emblemáticos de la capital de Andalucía. En su momento, dominaba el skyline de la ciudad y llegó, incluso, a ser considerada en el momento de su construcción la torre más alta del mundo. Esta torre campanario que corona la Catedral es un fiel reflejo de la fusión de culturas presentes en la ciudad.
Pero hay más. Entre sus muchas singularidades destaca el hecho de que no tiene escaleras sino más de una treintena de rampas ideadas, en su día, para que el sultán pudiera alcanzar lo más alto de la torre a lomos de su caballo. Curioso ¿no?
Además de la arquitectura imponente de la ciudad, una de las mejores cosas que hacer en Sevilla es disfrutar de sus espacios al aire libre. De entre los muchos rincones con encanto que cuenta la ciudad, el Parque de María Luisa es uno de los más recomendables. Allá por el año 1914, María Luisa Fernanda de Borbón donó a la ciudad este espacio, considerado hoy uno de los más queridos y conocidos por los sevillanos.
En el interior de este espectacular parque urbano hay mucho que ver, empezando por la magnífica Plaza de España o su homóloga de América, construidas para la exposición Iberoamericana de 1929. Una estatua de Bécquer, estanques, fuentes, laberínticos caminos y abundante vegetación completan su catálogo de encantos.
Los amantes de la mítica serie Juego de Tronos tienen motivos más que suficientes para incluir entre las muchas cosas que hacer en la capital hispalense una visita al Real Alcázar de Sevilla. Por si el hecho de ser el palacio real más antiguo de Europa no fuera suficiente atractivo, esta construcción palaciega con reminiscencias de estilos tan variopintos como el mudéjar, el gótico, el renacentista o el barroco fue, además, el escenario elegido para llevar a la pequeña pantalla el Palacio del Reino de Dorne (la casa de los Martell).
¿Serías capaz de reconocer en los Jardines del Cenador de la Alcoba, el del Laberinto o el de las Doncellas los lugares por los que pasearon personajes televisivos convertidos en leyenda como Myrcella o Jaime Lannister?
A orillas del Guadalquivir, muy próxima a la Plaza de Toros de la Real Maestranza (otra de las cosas que ver en Sevilla) se alza orgullosa esta torre defensiva del siglo XIII. Sus 36 metros de altura son todo un reclamo para los miles de turistas que, cada año, visitan la ciudad, sin duda, una de las panorámicas más retratadas desde el puente de San Telmo.
Si vas a pasar varios días en la capital de Andalucía, puedes aprovechar para incluir en tu lista de cosas que hacer una visita al Museo Marítimo de Sevilla ubicado en su interior. Además, los lunes el acceso es gratuito.
Perderse por sus calles que destilan historia, arte y cultura es una de las mejores cosas que hacer en Sevilla. No obstante, si el tiempo apremia, nuestra recomendación pasa por visitar algunos de los más emblemáticos: Santa Cruz y Triana. El primero corresponde al antiguo barrio judío de la ciudad, salpicado de laberínticas callejuelas donde te maravillarás descubriendo casas señoriales, patios y plazas.
Pero, sin duda, Triana es uno de los barrios que ver antes de abandonar la ciudad. El tiempo parece detenerse en sus calles de larga tradición y es que, pese a no contar con enclaves especialmente turísticos, nada como cruzar su famoso puente, disfrutar de las vistas o tapear al más puro estilo andaluz.