Nunca has experimentado esa inconfundible sensación de libertad que sólo el viajar puede ofrecerte? Explorar ciudades desconocidas, perderse en la espesura de bosques recónditos, sumergirse en una cultura totalmente diferente… Cada experiencia es única, como también lo son los riesgos y peculiaridades de cada destino. No es lo mismo ir a visitar a un amigo a Roma, que dejarse seducir por el encanto del ascenso al Himalaya, como tampoco es igual viajar con un buen seguro de viaje que sin él.
La diferencia básica entre estas últimas situaciones tiene que ver con el grado de tranquilidad que, en uno y otro escenario, experimentarás como viajero ante según qué circunstancias. En los casos más extremos, puedes sufrir un accidente que implique hospitalización aunque con que experimentes unas agudas molestias estomacales notarás la diferencia entre viajar o no con el aval de un buen seguro de viaje. Puede que la cosa no pase a mayores y no afecte a tu salud pero ¿imaginas lo que sería ser detenido por algo que ni siquiera sabes que es delito en el lugar en el que has decidido pasar tus vacaciones? Terrible.
Estas y otras muchas cuestiones son más habituales de lo que cabe esperar pero, un buen seguro de viaje, te ayudará a salir airoso. En la práctica, la elección de una u otra póliza dependerá, en buena medida, del tipo de viaje que vayas a realizar. Aunque las coberturas médicas son un must de cualquier elección, existe un amplio catálogo de garantías a tu disposición que varían en función de cada seguro.
¿Sabes qué cubre un seguro de viaje? Aquí tienes algunas de las coberturas más habituales.