Diez cosas que hacer en Viena
1. Visitar la Catedral de San Esteban.
2. Visitar Schönbrunn.
3. Comer Schnitzel.
4. Montar en la noria de Prater.
El antiguo parque de atracciones de la ciudad es un lugar lleno de encanto exento del pago de una entrada, por lo que puedes acceder a la noria sin tener que pagar por todo el parque. Esta noria, que data de 1897, es una de las más antiguas del mundo en funcionamiento y fue una de las más altas en su momento.
Hoy en día no conserva su aspecto original, al haber tenido que ser modificada por los daños sufridos durante la II Guerra Mundial, pero sí que tiene la misma estructura y encanto de antaño.
5. Comer Tarta Sacher en el Hotel Sacher.
6. Hacerte un selfie delante de la Casa Hundertwasser.
7. Disfrutar de El Beso de Gustav Klimt en el Museo Belvedere.
8. Visitar el Edificio de la Secesión.
Este peculiar edificio del movimiento modernista vienés es uno de los más importantes de esta corriente artística, tanto por su aspecto exterior, cuya fachada blanca está rematada con una cúpula calada formada por hojas de laurel de metal dorado, como por su rica decoración interior.
Una de las piezas más destacables de este templo del arte secesionista es el Friso de Beethoven, un mural de 34 metros de largo en el que Klimt plasmó la interpretación wagneriana de la 9ª Sinfonía del compositor alemán al que hace referencia el título.
9. Disfrutar de la ópera.
Este templo de la lírica neorrenacentista es uno de los más importantes del panorama operístico mundial, pero sin embargo, cuenta con entradas adaptadas para todos los bolsillos. Si tu presupuesto es muy ajustado, puedes conseguir una entrada por 3€, eso sí, para ello tienes que acudir a la taquilla 90 minutos antes de que de comienzo, coger tu entrada (solo venden una por persona) y ver la función de pie en el último anfiteatro.
Aunque a más de uno lo han tenido que recoger del suelo tras sufrir un desmayo debido al calor que se acumula en la zona, la experiencia merece la pena.