Según recoge la RAE, una factura no es otra cosa que la “cuenta en que se detallan con su precio los artículos vendidos o los servicios realizados y que se entrega al cliente para exigir su pago”. Hasta aquí, todo correcto pero ¿qué pasa cuando no estamos conformes con este documento y decidimos no pagar la factura o, sencillamente, no sabemos de la existencia de la misma? El resultado, en cualquier caso, puede ser el mismo si así lo desea la empresa emisora del recibo en cuestión: terminaremos engrosando la lista de morosos, sea cual sea la plataforma elegida.
El temido registro de morosos está gestionado por empresas privadas cuya labor consiste, básicamente, en recabar los datos de aquellos considerados ‘morosos’, esto es, quienes por una razón u otra, mantienen alguna deuda con diferentes empresas, entidades financieras, administraciones públicas… Hasta el más mínimo impago puede conducirte a esta condición aunque, en ocasiones, puede tratarse de un error y que te des cuenta casi por casualidad. ¿Cómo saber si estás en la lista de morosos? Y, aún más interesante, ¿cómo salir de la lista de morosos?
La morosidad es una condición que afecta a miles de personas, máxime, tras los años de crisis económica vividos en los últimos tiempos. Sin embargo, no todo el mundo es conocedor de su situación. ¿Cómo saber si estoy en la lista de morosos? La pregunta, que planea sobre multitud de consumidores, empresarios y trabajadores, es tan sencilla de responder como que cualquier ciudadano puede consultar la lista de morosos, siempre y cuando acredite su identidad. Si sospechas que tu nombre puede estar asociado a la condición de moroso has de saber que, cualquier empresa que haya podido incluirte en este tipo de listas de morosos, debe habértelo comunicado antes, de hecho, tiene incluso que guardar constancia de ello puesto que, por el contrario, las empresas que gestionan estos registros no están obligadas a comunicártelo a iniciativa propia.
La inclusión en la lista de morosos sólo requiere de la verificación de tu condición de deudor, del vencimiento de los plazos acordados para el abono de la deuda en cuestión y del aviso, por parte de la empresa, de que mantienes una cuenta pendiente con ellos y, en consecuencia, serás incluido en este registro de morosos. Aunque consultar la lista de morosos despejará tus dudas, lo cierto es que, si estás en ella, has de saber que el impago de facturas o deberes varios, implica consecuencias más allá del mero registro de morosidad.
Una de las más habituales tiene que ver con la financiación y es que, tu presencia en de estas listas será motivo suficiente, por ejemplo, para denegarte un préstamo personal, una hipoteca, tarjetas de crédito y hasta una línea de teléfono, entre otras. Para las empresas es más económico utilizar estos registros como fórmula de presión en el cobro de morosos que acudir a los tribunales.
Así como existen diversas fórmulas para saber si estás en la lista de morosos, hay otras tantas posibilidades a la hora de resolver la cuestión de cómo salir de la lista de morosos. En la práctica, muchas de ellas responden a lo que se conocen como derechos ARCO, esto es, derechos de Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición ante el tratamiento de tus datos personales. Si has constatado tu condición de ‘moroso’, el asesoramiento de un abogado para ejercer adecuadamente tus derechos puede serte de gran ayuda ya que, en función de la causa que te haya llevado a formar parte de la lista de morosos, habrás de realizar uso trámites u otros para poder salir.
En este sentido los escenarios más habituales son:
- Existe deuda: Tanto si estabas al tanto como si no, la manera de salir de la lista de morosos en este caso pasa por abonar la misma y guardar a buen recaudo el justificante del pago. Este documento deberás remitirlo al fichero en cuestión junto con tu DNI y solicitud de baja, así como con la documentación que, en cada caso, pueda solicitarte la empresa.
- Deuda caducada: Si han pasado más de 6 años de la deuda estás de enhorabuena y es que la misma está caducada y, en consecuencia, tu nombre debe desaparecer del registro de morosos. Puedes solicitar la baja automática mediante el envío de la solicitud y DNI.
- Es un error: Partiendo de la misma necesidad de guardar todos los justificantes de la documentación que envíes, habrás de remitir a la empresa la solicitud de baja exponiendo los motivos. Será la responsable del fichero quien, en este caso, sea la que haya de enviarte una respuesta al respecto en un plazo máximo de 10 días y, siempre que se produzcan irregularidades, podrás emprender acciones legales.
- No estás de acuerdo: Es similar al caso anterior aunque no tiene por qué darse la circunstancia de que no exista deuda. Si no estás de acuerdo con la cuantía o los términos que han motivado tu inclusión en la lista de morosos podrás interponer la correspondiente reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos por un uso indebido de los mismos.
Con independencia de la motivación, estar en una lista de morosos puede suponerte algo más que un disgusto anímico y es que, si estás pendiente de una financiación, por ejemplo, puedes incluso llegar a perder dinero. Contar con un abogado a tu disposición para resolver estas y otras cuestiones minimizando las posibles consecuencias será tu mejor arma.