Cómo funciona el seguro de alquiler para propietarios

El seguro de alquiler de vivienda es un tipo de seguro que ofrece protección legal a los propietarios de viviendas de alquiler durante el período de vigencia de los respectivos contratos.

Por tanto, estas pólizas pueden ser una pieza clave para dinamizar el mercado de alquiler y beneficiar tanto a inquilinos como a propietarios. En este sentido:

• Los propietarios disponen de una herramienta que les ofrece protección legal ante cualquier incidencia, compensando los riesgos del contrato de alquiler. Además, este tipo de seguros puede contribuir a que el propietario indeciso se decida a alquilar (y, por tanto, obtenga una interesante rentabilidad sobre su inversión).
• En consecuencia, los inquilinos pueden también beneficiarse de los seguros de alquiler de vivienda, ya que dispondrán de una mayor oferta de inmuebles en el mercado. Además, la seguridad que proporcionan estas pólizas también puede implicar que los propietarios estén dispuestos a aceptar precios inferiores, ya que no tendrán que hacer frente a eventualidades que ya vengan cubiertas por el seguro.

En cuanto al funcionamiento de estas pólizas, no difiere de lo habitual en otro tipo de seguros. Así, una vez contratado, empezarás a disfrutar de las coberturas incluidas, durante el período estipulado en la póliza.

En caso de ser necesario, podrás ponerte en contacto con la compañía para solicitar el asesoramiento preciso o iniciar las actuaciones que procedan para reclamar el cumplimiento de lo estipulado en el contrato de alquiler.

Algunas de las coberturas más habituales en el seguro de alquiler para propietarios son las siguientes:

• Asesoramiento jurídico telefónico en relación con el contrato de alquiler.
• Servicio de redacción y revisión de documentos legales (por ejemplo, en el caso de requerimientos o comunicaciones con el inquilino).
• Desahucio de la vivienda por falta de pago de rentas.
• Reclamación por incumplimiento del contrato de arrendamiento.
• Defensa Penal por alquiler.
• Defensa Jurídica del consumidor.
• Reclamación de otros seguros.
• Defensa supletoria de la Responsabilidad Civil.
• Reclamación por daños en la vivienda arrendada.
• Reclamación daños al continente por actos vandálico.
• Conexión con despacho de abogados.

Recuerda que también es posible contratar un seguro de impago de alquiler para cubrir la eventual falta de pago de la renta por parte del inquilino. En estos casos, podrías seguir percibiendo el importe del alquiler aunque el arrendatario dejase de abonártelo.

Hoy en día, la contratación de un seguro de alquiler de vivienda es realmente rápida y sencilla, pudiéndose realizar a través de internet.

Simplemente deberás indicar la fecha a partir de la que quieres estar cubierto por el seguro, así como tus datos personales y los de la vivienda objeto de alquiler. Una vez realizado el pago, la compañía te confirmará la efectiva contratación de la póliza y el inicio de su vigencia.

En cualquier caso, si quieres conocer todos los detalles de la contratación del seguro de alquiler para propietarios, puedes consultar este enlace.

Como has podido ver, la contratación del seguro de alquiler para propietarios te ofrece considerables ventajas a la hora de firmar un contrato de arrendamiento. Entre otras, podemos destacar las siguientes:

• Al mitigar parte de los riesgos del alquiler, facilita la decisión de rentabilizar un inmueble sin uso.
• Te permite contar con un asesoramiento legal continuo mientras dure el contrato, sin pagos adicionales por consultas específicas.
• Pone a tu disposición un servicio de redacción y revisión de documentos, lo que te permitirá prevenir eventuales conflictos derivados de una deficiente elaboración de contratos y comunicaciones.
• En los casos más graves, como pueden ser la necesidad de realizar un desahucio por impago o reclamar daños vandálicos, contarás con el apoyo jurídico necesario para llevar a cabo dichas actuaciones con todas las garantías.

 Ahora que ya sabes qué es y cómo funciona el seguro de alquiler de vivienda, seguro que te resulta más fácil decidirte a alquilar ese piso que no utilizas. Sin duda, es la mejor forma de rentabilizar tus propiedades sin asumir más riesgo que el estrictamente necesario.